Como decíamos, Ivy se enamoró de Locke.
Sigalas, alentado por Locke, cambió de actitud, y decidió contestarla a Ivy y ponerse a su nivel. Pero tampoco funcionó, de hecho ella le cogió más tirria. Así que Sigalas decidió cambiar del todo, comportarse con ella como con cualquier otro, como una compañera de armas, ni más ni menos.
Y eso parece que funcionó, ya que empezaron a llevarse bien, formando una sociedad mercenaria de alquiler. Su relación personal se fue estrechando, y aunque ella solo tenía ojos para Locke, parecía que sentía una afinidad especial con el elfo, y se entendían muy bien.
Vencieron a dragones, legendarios seres de ultratumba, y poderosos magos. Que cayeron agonizantes bajo el martillo de Ivy, y las espadas de Sigalas.
Todo iba sobre ruedas, hasta que un día, Sigalas hizo una broma. Una simple broma. Bhargos vio a Ivy y Sigalas juntos, y le preguntó a ella, si él era su novio. A lo que Sigalas respondió, "no, es ese", señalando a Locke...
E Ivy entró en furia, diciéndole "Lo has estropeado todo" "Lo has fastidiado" "Eres un imbecil".
Sigalas no lo entendía, sólo era una broma, y no era para tanto. ¿Por qué debía estropearse todo por algo asi? Intentó hablar con ella, pero no hubo forma, y se fue a meditar un rato.
Más tarde, salió de nuevo a buscarla y alguien le dijo, que habían llevado a Ivy a la Casa de Curación de Bree. Sigalas preocupado, corrió en esa dirección para enterarse de su estado.
Y allí estaban, en una habitación, solos, e intimando... Ivy y Locke...
Sigalas no se lo podía creer, no se lo esperaba. Sabía del interés juvenil de Ivy, pero nunca esperó algo así. Máxime, cuando el propio Locke, le animaba y daba consejos para agradar a la joven elfa.
Sigalas se quedó de piedra, no sabía que decir.
Ivy huyó.
Durante días la estuvieron buscando. No sabían dónde podía estar, ni por qué había huido, o cómo se sentía.
Pero volvió. Volvió disfrazada bajo otra personalidad. Se hacía llamar Furia, embutida en una armadura negra y un casco de una calavera, recorría Bree dando discuros anarquistas a los habitantes y aventureros de allí.
Pero acabó por descubrirse, y Locke, Sigalas y Hanna averiguaron su identidad. Pero por alguna razón que aún está por descubrir, Ilia entró en escena, y no le interesaba que se averiguase la identidad de su hermana menor, así que envenenó el hidromiel de Sigalas, con una poción bruja para hacerle olvidar. Pero no consiguió lo mismo con Locke y Hanna, por lo que Ivy/Furia, se descubrió.
Así que Ivy, volvió a su personalidad normal, y se dejó ver por Bree. Sigalas la siguió durante una jornada, para intentar que ella hablase con él, y preguntarla tantas cosas que tenía pendientes, así como pedirla perdón. Pero ella le contestó con un rotundo "¡¡SI NO ME DEJAS EN PAZ, TE MATO!!". Eso fue suficiente para Sigalas, y volvió cabizbajo a Bree, sintiéndose impotente y frustrado. Nada de lo que intenta parece salirle bien con ella.
Al día siguiente, recibió la noticia, de boca de Locke, de que Ivy se había calmado y estaba mejor, después de que Locke hubiese hablado con ella. Vale, estaba claro. Nada había cambiado. Locke seguía influyendo en ella, mientras que Sigalas solo la enfurecía. No era justo nada de esto. Pensaba Sigalas...
CONTINUARÁ
Sigalas, alentado por Locke, cambió de actitud, y decidió contestarla a Ivy y ponerse a su nivel. Pero tampoco funcionó, de hecho ella le cogió más tirria. Así que Sigalas decidió cambiar del todo, comportarse con ella como con cualquier otro, como una compañera de armas, ni más ni menos.
Y eso parece que funcionó, ya que empezaron a llevarse bien, formando una sociedad mercenaria de alquiler. Su relación personal se fue estrechando, y aunque ella solo tenía ojos para Locke, parecía que sentía una afinidad especial con el elfo, y se entendían muy bien.
Vencieron a dragones, legendarios seres de ultratumba, y poderosos magos. Que cayeron agonizantes bajo el martillo de Ivy, y las espadas de Sigalas.
Todo iba sobre ruedas, hasta que un día, Sigalas hizo una broma. Una simple broma. Bhargos vio a Ivy y Sigalas juntos, y le preguntó a ella, si él era su novio. A lo que Sigalas respondió, "no, es ese", señalando a Locke...
E Ivy entró en furia, diciéndole "Lo has estropeado todo" "Lo has fastidiado" "Eres un imbecil".
Sigalas no lo entendía, sólo era una broma, y no era para tanto. ¿Por qué debía estropearse todo por algo asi? Intentó hablar con ella, pero no hubo forma, y se fue a meditar un rato.
Más tarde, salió de nuevo a buscarla y alguien le dijo, que habían llevado a Ivy a la Casa de Curación de Bree. Sigalas preocupado, corrió en esa dirección para enterarse de su estado.
Y allí estaban, en una habitación, solos, e intimando... Ivy y Locke...
Sigalas no se lo podía creer, no se lo esperaba. Sabía del interés juvenil de Ivy, pero nunca esperó algo así. Máxime, cuando el propio Locke, le animaba y daba consejos para agradar a la joven elfa.
Sigalas se quedó de piedra, no sabía que decir.
Ivy huyó.
Durante días la estuvieron buscando. No sabían dónde podía estar, ni por qué había huido, o cómo se sentía.
Pero volvió. Volvió disfrazada bajo otra personalidad. Se hacía llamar Furia, embutida en una armadura negra y un casco de una calavera, recorría Bree dando discuros anarquistas a los habitantes y aventureros de allí.
Pero acabó por descubrirse, y Locke, Sigalas y Hanna averiguaron su identidad. Pero por alguna razón que aún está por descubrir, Ilia entró en escena, y no le interesaba que se averiguase la identidad de su hermana menor, así que envenenó el hidromiel de Sigalas, con una poción bruja para hacerle olvidar. Pero no consiguió lo mismo con Locke y Hanna, por lo que Ivy/Furia, se descubrió.
Así que Ivy, volvió a su personalidad normal, y se dejó ver por Bree. Sigalas la siguió durante una jornada, para intentar que ella hablase con él, y preguntarla tantas cosas que tenía pendientes, así como pedirla perdón. Pero ella le contestó con un rotundo "¡¡SI NO ME DEJAS EN PAZ, TE MATO!!". Eso fue suficiente para Sigalas, y volvió cabizbajo a Bree, sintiéndose impotente y frustrado. Nada de lo que intenta parece salirle bien con ella.
Al día siguiente, recibió la noticia, de boca de Locke, de que Ivy se había calmado y estaba mejor, después de que Locke hubiese hablado con ella. Vale, estaba claro. Nada había cambiado. Locke seguía influyendo en ella, mientras que Sigalas solo la enfurecía. No era justo nada de esto. Pensaba Sigalas...
CONTINUARÁ
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