martes, noviembre 28, 2006

Ivy y Sigalas (IV)

Ivy acababa de ser liberada de la cárcel de los Lanceros, junto con Mathius, por decisión de Locke, pero dejando prisionera a Muniael.

Como era de esperar, Ivy estaba de mal humor. Sigalas tampoco andaba muy bien de ánimos porque no volvería a ver a Elrith, con la que había entablado una buena relación, pero que había estropeado, como en él es habitual. Así que cuando se encontraron cerca del pozo de Bree, saltaron chispas por unos instantes. Ivy, rebotada, se encaró con el primero que pasaba, azuzada por Mathius. Sigalas, viendo a dónde iba a parar todo, la apartó de allí, tranquilizándola, dejando a Mathius que se las viese él solo con aquel tipo.

Sigalas la convenció para ir a los nuevos baños de Bree y relajarse. Ivy, contrariamente a lo esperado, aceptó.

Fueron a una de las saunas, y allí Sigalas le dio un relajante masaje muscular, mientras ambos hablaban de sus familias, de su infancia, y se conocían mejor.

Ivy se relajó, al igual que Sigalas, asi que salieron de allí, se cambiaron y fueron a salir de los baños, cuando el elfo, que se sintió más cerca de la druchi que nunca, la tomó en sus brazos y con cuidado para no asustarla, y lentamente, la besó.

Ivy no respondió como de costumbre, se dejó besar, aunque cerraba los ojos, apretaba los dientes y se ponía en tensión. Sigalas, dándose cuenta, se apartó de ella, e intentó hablarle, pero al pasar el momento, e Ivy darse cuenta de lo que había ocurrido, salió corriendo de allí.

Sigalas la siguió por el camino del este, la cima de los vientos, el pantano de Moscagua, las cercanías del bosque Chet, y finalmente el jardin de la nueva torre arcana, dónde la alcanzó por fin.

Ivy estaba furiosa, y le soltó sus habituales "eres idiota", "no te acerques a mi" y "déjame sola", pero sin atizarle, lo que sorprendió mucho a Sigalas. El elfo insistió, para intentar disculparse y aclarar las cosas... y entonces... Ivy agarró la cabeza de Sigalas, y éste se encogió, sabiendo que ahí llegaba por fin la furia de Ivy hecha mamporros. Pero no, Ivy se acercó, y besó a Sigalas en la mejilla, para a continuación salir disparada hacia Bree.

Sigalas se quedó paralizado unos momentos, pero luego corrió detrás de ella, y la alcanzó cerca de la plaza de Bree, dónde jugaban algunos niños, un par de guardias charlaban entre ellos, y varios reconocidos aventureros descansaban sus piernas, sentados en los bancos cercanos al pozo. Allí, la sujetó del brazo, y haciéndola darse la vuelta, la atrajo hacia así, y la besó.

Ivy le empujó furiosa, se apartó de él, y gritándole improperios, le atizó como si no hubiera mañana, golpeándole la cara hasta tumbarle, y se fue aún furiosa, hacia la posada. Sigalas, sangrando y mareado, la siguió como pudo, casi arrastrándose. No entendía nada, pero tratándose de Ivy, había aprendido a vivir con esa sensación.

La siguió a la posada, hasta el piso de arriba, y la suite. Ivy sabía que la seguía, de hecho miró varias veces hacia atrás, y aminoró el paso. Sujetó la puerta para que entrase Sigalas, y le llevó a la habitación del fondo, donde hay una gran tinaja con agua. Allí cogió una toalla y la empapó en agua.

"Qué tonto eres", dijo Ivy aplicando la toalla húmeda en las contusiones del elfo. Y sin decir más, le abrazó. Sigalas la rodeó con sus brazos, y ella se apartó.

- No vuelvas a hacer eso que hiciste en público, o te mato. - dijo Ivy
- Lo siento, cariño, te prometo no volverlo hacer.
- No soy tu cariño.- contestó Ivy cortante
- En privado si.- sonrió Sigalas
- No somos pareja, Sigalas, te aprecio mucho, y me siento agusto a tu lado, pero nada más.
- Claro, como quieras.- sonrió Sigalas, más que satisfecho

Ivy sonrió, se acercó a él y le volvió a dar un beso en la mejilla.

miércoles, noviembre 22, 2006

Ojo por ojo

Cuando el Alcalde de Bree reclutó gente para para ayudar en la defensa contra Mordor de Minas Tirith, poco imaginaba que las advertencias de la embajadora de Mordor, Ilia Tejesombra, se hicieran realidad.

Y así fue, Ariel, Elrith, Arnathor, Caldur y Sigalas se encontraban en el piso superior del Pony Pisador, cuando de repente aparecieron unos extraños elfos, vestidos con armadura negra, y empezaron a prenderle fuego a la posada, al grito de "¡Venganza de Sauron!" y "¡Destruiremos Bree!". Los aventureros lucharon contra los elfos, y les vencieron, pero la posada cada vez estaba más en llamas, y los cascotes y vigas caían peligrosamente.

Sigalas cayó herido en la lucha contra los elfos, y tuvieron que llevarle a cuestas para sacarle de allí, aunque eso tampoco fue tarea sencilla, ya que algunas vigas y maderos en llamas habían tapado la puerta que descendía al piso inferior.

Caldur también estaba herido e inconsciente, asi que mientras Ariel atendía a los heridos, tan solo Elrith y Arnathor tenían que bastarse para abrir camino y descender.

Al final, cuando los humos y las llamas les rodeaban y se desvanecían las esperanzas, consiguieron levantar una viga y abrir camino, aunque Elrith se hirió gravemente la pierna.

Salieron como pudieron de la posada, cargando con los heridos, y salvándose las llamas.

En el exterior les esperaba un ejército completo de aquellos elfos y su general, un reconocido lugarteniente de Sauron en Mordor.
Mientras los elfos, saqueaban e incendiaban todo lo que podían, su general le hablaba victorioso a la gente de Bree, explicando sus motivos. Y como predijo Ilia, este ataque se debió al apoyo que dió Bree en su momento a las tropas de Gondor, por mediación de su Alcalde. Precisamente, el alcalde, era retenido por las tropas de Mordor, que abandonaron Bree, llevándoselo.

Llegaron tropas de Gondor, pero ya tarde, aunque se ocuparon de la gente de Bree, y prometieron enviar ingenieros para ayudar a su reconstrucción.

¿Era esto el comienzo de una guerra entre Mordor y Bree? ¿Podría Bree resistir mucho tiempo ante Mordor?
El Alcalde, quizá, había llevado a Bree a su propia destrucción...

La Máquina del Cambiazo

Thornil entró en el cuartel de lanceros como cada día, depués de hacer la guardia, para relajarse frente a la chimenea con una buena cerveza enana. Allí estaba Locke con una mujer demonio, que se presentó como Earen.

Se notaba la preocupación en el rostro de la mujer y en el de Locke, así que Thornil se acercó a preguntar y enterarse de lo que ocurría. Locke le contó que habían cogido prisioneras a Muniael, a Ivy, y a Mathius, otro Tejesombra más.

Thornil, extrañado, y a la vez eufórico por tener a Muniael entre rejas, le pidió a Locke que le contara lo que había ocurrido. Locke le llevó hasta la cueva de Bree, y le contó lo sucedido.

Locke había entrado en la cueva esa tarde, al oir voces familiares y gritos desde su interior, por suerte pasaba por allí cerca en su ronda habitual, como novato Lancero que era.
Al entrar se encontró a Muniael, Ivy, y el tercer Tejesombra, que tenía cogido y amenazando a Alexis, un paladin de Gondor, conocido por los alrededores, y con buena fama.
Locke pidió explicaciones, e intentó liberar a Alexis, pero tuvo que enfrentarse a Ivy, y esta le dejó inconsciente de un martillazo clásico.

Al rato, cuando despertó, seguía tirado en la entrada de la cueva, y escuchaba ruidos al fondo de esta. Así que, se aproximó para ver qué ocurría.
Al fondo de la cueva, había una gran máquina, chisporroteando, soltando vapores, crujiendo y bufando, a la que Alexis había sido atado.
Muniael la manipulaba, y Locke se dió cuenta en el acto, que tratándose de una maquina teje, y siendo manipulada por Muniael, no podía ser nada bueno.
Así que se adelantó a intentar detenerla, pero Ivy y el tejesombra que Locke no reconocía, le cerraron el paso.

Muniael reia satisfecha mientras seguía manipulando la máquina, y Locke debía enfrentarse a sus lacayos para poder llegar a ella. Al final, consiguió derrotarles, pero tarde, porque Muniael ya había accionado la máquina, y unos arcos voltáicos rodearon los cuerpos de Alexis y Muniael.

Sin saber muy bien qué había ocurrido, Locke apresó a Muniael, y sus lacayos, liberando así a Alexis. Los encerró en la prisión de los lanceros y pidió a Alexis que redactara la denuncia, lo cual hizo, escribiendo en ella que su atacante se llamaba Muniael Daevarie...

viernes, noviembre 17, 2006

El video de Los Valientes de Bree

martes, noviembre 14, 2006

El Perfume Brujo

Cuando Ilia está juguetona, mejor no estar cerca.

Un jueguecillo muy habitual en estas ocasiones en las que quiere divertirse, es el uso del conocido Perfume Brujo. Un potente afrodisíaco, que al ser vertido sobre un varón, le convierte en una máquina sedienta de sexo y pasión, y se abalanza sobre la primera mujer que se cruza.

Ayer salió a pasear el Perfume, y como la otra vez, sus víctimas elegidas fueron Jean, Locke y Sigalas. Aunque esta vez también fue a por el mago Bhargos, e intentó bañar al pobre Alexis también con el Perfume.

Hasta dos veces tuvo que lavarse Sigalas con agua y jabón para quitarse el penetrante olor. Locke usó tapones para la nariz. Bhargos, contrarrestó con otras pociones...

Y la bruja se marchó de allí mientras se reía de la que había montado.

Cuidado estas navidades con los perfumes que os regalan... sobretodo, si lo han comprado en los almacenes Tejesombra... ; )

lunes, noviembre 06, 2006

Ivy y Sigalas (III)

"¿Sabes Sigalas?, hoy estás muy simpatico", le dijo Ivy el otro día, y sonrió levemente.

El ánimos de Sigalas había dado un subidón gracias a eso, y contaba las horas en las que volvería a verla de nuevo. Sabiendo que Ivy había perdido su precioso martillo, se afanó en recuperarlo, para cuando volviera a verla, poder darle una alegría.

Ayer volvió a ver a Ivy, y llevándola a un reservado del Pony Pisador, le entregó su martillo, y armado de valor, la invitó a pasar una tarde solos en el lago. Como Ivy estaba contenta por haber recuperado su arma, sonrió a Sigalas, le dio un puñetazo de compañerismo en el hombro, y aceptó la propuesta.

Lo malo es que no fue una tarde "solos", si no que Hanna, la joven hermana de Locke, se apuntó a la excursión. Hanna había estado peinando a Ivy, la cual lucía su hermoso pelo negro azabache, sin enredar y suelto.

Últimamente, en Bree, Sigalas se ha ganado el sobrenombre de "rompecorazones", ya que varias de las mujeres de alli, le siguen, y le piden salir cada día. Incluso alguna, con pareja, le ha insinuado en privado que "si no estuviera con ...". Athenea, una joven humana, muy lanzada, no se le despega, y está intentando de todo por ganarse su afecto, a pesar de que Sigalas, ya le ha dicho que él está enamorado de Ivy, y no se irá con otra.

A pesar de que Ivy insiste en recordarle a Athenea, como su "novia", en el lago lo pasaron bien, nadando, jugando a pelarse en el agua, y gastándose bromas.

Lo malo fue que cuando iban a volverse, Hanna insistió demasiado en la relación entre Ivy y Sigalas, y a esta no le hizo mucha gracia. Ivy se fue un poco disgustada.

Regresión y bastonazo

Depués de los golpes recibidos por los martillazos de Ivy, León despertó conmocionado, y a su mente llegaron recuerdos de una etapa anterior de su vida, que había quedado olvidada debido a un tremendo bastonazo.

León creyó ser de nuevo Penumbras, el consorte malvado de Oscuridad.

Salió a Bree y desplegando su inocente maldad, sacó su pequeña espada y amenazó a Earon, el capitán de la guardia de Bree. León pasó esa noche en una fría celda. Se pasó toda la noche gritando a los guardias que le dejasen hablar con Ilia, ella le sacaría de alli.

Al día siguiente, Earon encontró a Ilia en Bree, y le comentó acerca del mediano. Ilia se desentendió del todo, pero Thornil andaba por allí, y al oir la descripción, supuso que se trataba del joven León, así que acompañó a Earon a las celdas, y le prometíó hacerse cargo del hobbit, a cambio de que León pagase su deuda, con servicios a la villa.

Al salir a la calle, León vio a Ilia, y siguiendo con su personalidad actual de Penumbras, se acercó a ella, y la pidió instrucciones para desplegar el mal, llamándola Oscuridad, como si de nuevo estuvieran años atrás cuando fue Penumbras por primera vez.

Ilia se dio cuenta de lo que le ocurría a León e intentó hacerselo saber a Earon, pero a este le daba lo mismo, así que decidió ella misma, recurrir a su "cura" habitual.

Y así hizo, distrajo a Penumbras diciéndole que se fijara en el cuerpo de Ariel, la elfa, de aspecto parecido a Ilia, que trabaja para Rogo, y teniéndole de espaldas a ella, le arreó un tremendo bastonazo marca de la casa.

León estuvo inconsciente un par de horas, pero al despertar, volvía a ser el alocado y noble paladin de siempre.

Ahora, aún asi, debe pagar su pequeña deuda, ayudando en la posada a llevar las bandejas, y a ayudar al molinero a cargar con los sacos, y otras pequeñas labores, que León hace encantado de ayudar, y sin saber muy bien, por qué tiene que hacerlo...

viernes, noviembre 03, 2006

Martillo maldito

Jugueteaban Alishas y León por Bree, correteando por aqui y por allá, jugando al pilla-pilla y riendo. Cuando, siguiendo con sus juegos, entraron en la alcaldía, conocida casa de Ilia. Allí se encontraron con Ivy, y con su hermana mayor, Muniael.

Contenta de ver a su tita Ivy, Alishas fue sonriendo a abrazarla y darle un beso, cuando Ivy, como no reconociendola la empujó y la puso mala cara. Alishas, sorprendida e incrédula, se echó a llorar. León, no entendiendo nada, fue a consolarla. Ivy, les miraba duramente, esperando órndenes. Y Muniael, son una cruel sonrisa, miraba la escena. Se echó a reir, y dijo con una voz fría y sin piedad "Mátalos".

Ivy golpeó brutalmente a Alishas con un par de patadas y puñetazos al rostro, haciendo que cayera dolorida al suelo y perdiera el sentido. Cuando León intentó socorrerla, Ivy echó mano a su martillo y tumbó al hobbit de un terrible golpe. Una vez hecho esto, se echó encima de él, y comenzó a golpearle el cráneo con brutalidad, hasta que el pequeño dejó de respirar.

Por suerte, cuando Ivy se dirigía a rematar a la joven Ravenford, llegaron Locke y Jean, que buscaban a Ilia. Viendo la situación, Jean corrió a socorrer a León, cuya sangre bañaba el suelo, mientras que Locke se enfrentaba a Ivy para detenerla.

Mientras que Jean, revivia a León, curaba a Alishas, y se los llevaba a las habitaciones para tratarlos. Locke intentaba hacer entrar en razón a Ivy, la cual no le reconocía. Llegó Sigalas, y viendo la situación, intentó ayudar a frenar a la guerrera elfa. Como no les reconocía, ni cedía lo más mínimo, tuvieron que recurrir a la fuerza, y después de desarmarla, la abatieron. Muniael se había escabullido durante el jaleo.

Locke corrió a ver el estado de su hija, mientras Sigalas llevaba a Ivy a otra habitación, para tratar sus heridas.

Con los cuidados de Jean, los pequeños cazapiratas comenzaron a recuperarse poco a poco, y aunque no habían recuperado aún el sentido, descansaban ya sin peligro.

Ivy también estaba bien, de hecho iba a despertar en cualquier momento, asi que decidieron atarla con unas cadenas, para evitar su furia asesina al despertar. Y menos mal, porque cuando recobró el sentido empezó a retorcerse y sacudirse como una loca, intentando en vano liberarse.

Por allí pasaron Star y Jack, que vieron como Sigalas intentaba en vano tranquilizarla. Locke decía que era cuestión de tiempo que el conjuro de Muniael se agotase, e Ivy volviera a la tranquilidad. Asi que, como estaba encadenada, solo había que esperar.

Pero en esas, apareció Ilia por allí, y después de pavonearse un poco, y bromear con el hecho de que hubiera tanta gente en un cuarto con Ivy atada a una cama, decidió animar más la fiesta, y conjurando, liberó a Ivy y la lanzó un conjuro de Agrandar, marchándose después entre risas malvadas.

Ivy empezó a crecer, y hubiera sido un auténtico problema, si Star no llega a lanzarle un conjuro mental anulando el control de Muniael, con lo que Ivy volvió a recordar todo, y se tranquilizó.

Ahora anda destrozada moralmente, la pobre elfa, por haber hecho lo que hizo, a su protegida y amiga Alishas. De hecho, desmostrando que en su corazón hay algo más que furia y barbarie, talló con cariño un pequeño caballo de juguete para regalarle a su joven amiga...