martes, mayo 07, 2013

Aquí llega una Parraviña.

Bree ya no es la pequeña y tranquila villa que recordaba de años atras, habia prosperado, crecido y se habia lllenado de imnumerables humanos pataslargas, la mayoria oportunistas, saqueadores y aventureros de medio pelo, rondando como moscones por todos lados.

Ya apenas habia oportunidad de comercio, de vender, aquellos buenos objetos y mercancias unicos con la que la familia mercadeaba antiguamente. Ahora el material era bastante malo y de pesima calidad, solo a alguien sin etica ni moral profesional se le ocurriria vender esa basura, y muchos mercaderes lo hacian. Competencia desleal e injusta, hace tiempo, conseguir una licencia y permiso de venta era una aventura por si misma.

Hoy en día las regalaban en la puerta del consistorio, el que una vez fue una parte de aquel edificio de la orden de Lanceros, ahora era un ala del ayuntamiento de Bree.

Tambien el Poney Pisador habia cambiado, ahora era mas grande, mas alto, con mas habitaciones, pero no tenia ese espiritu de antaño, no habia ninguna mocosa pelirroja tirando gatos por la ventana, ninguna figura onminosamente femenina y seductora cubierta de negro sentada en los bancos de la plaza de Bree, ninguna trovadora cantaba y se ofrecia a ayudar...Ehh!! Hubiera jurado creer ver a una humana pelirroja de camisa blanca y leotardos verdes con un laud...no, solo fue su imaginacion, ¿no?

Ya no hay guerreros con espadones, mercenarios acuestabrujas, ni enanos lanceros gruñones molestos, ni siquiera ese hobbit cabezaloca inconsciente, la verguenza de La Comarca, de los Piedrarroca, que se lanzo a la aventura del mundo cual Hobbit de Bolson Cerrado, otros enfermos de la aventura.

Aunque reconocia que ese descerebrado paladin Hobbit, tenia cierto encanto, como cuando la invito una noche a cenar y a pasear romanticamente.

Al menos, ya no hay gente rara por Bree, solo Humanos, Hobbits, algun elfo y de vez en cuando enanos, pero todos ellos normales, sin alas, ni colores raros de piel, sin ambiciones ni poder desmesurado, como antaño, aunque todos ahora, con menos dinero y ganas de gastarlo en las pocas cosas que una podria vender, mercachinflas casi sin ningun valor.

Asique la profesión y valores de mercader estan de capa caida, habria que pensar en otras cosas, tal vez la estafa o el latrocinio, aunque eran actividades muy ruines, tenia las habilidades para poder practicarlas, porque ella no era de gran envergadura, no valia para ser una guerrera, ni guia mercenaria, ahora todo el mundo conoce todos los lugares del mundo, nadie necesita guias, ni socias comerciantes, ni se paran a charlar sobre los buenos tiempos.

Y esa maldita Guerra del Anillo sigue en marcha y no tiene pinta de acabarse. 

Riva Parraviña

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